La Unión Europea quiere sustituirlos por un código QR, pero España solo lo contempla en hospitales
La reforma de la legislación farmacéutica que prepara la Comisión Europea, que debería estar lista el próximo año, abre la puerta a una medida que revolucionará la forma en la que los ciudadanos se informan sobre los tratamientos que deben tomar: la desaparición de los históricos prospectos de los medicamentos y su sustitución por un sistema de códigos digitales QR o similares.
Digitalizar toda la información sobre los fármacos es un paso ineludible que “apoyan todas las partes” implicadas en la negociación, recoge uno de los documentos en los que el Ejecutivo europeo analiza el impacto de los cambios normativos. Las ventajas son muchas: las cadenas de suministro ganarán en simplicidad, habrá menos problemas de escasez de medicamentos, la información disponible podrá actualizarse de forma inmediata y se logrará un notable ahorro en papel.