También, incluye nuevos requisitos para que las autoridades nacionales refuercen la vigilancia frente al riesgo de escasez de medicamentos y potencia el papel coordinador de la Agencia Europea del Medicamento.

La reforma de la normativa europea en torno a la industria farmacéutica ha desatado incertidumbres en el sector. La propuesta de rebajar en dos años el periodo de protección de los nuevos medicamentos pero con la posibilidad de ampliar ese tiempo de patente si el producto se comercializa en todos los países del bloque o es muy innovador abre congojas y supone replanteamientos financieros para los laboratorios. Bruselas defiende la necesidad de revisar una legislación que suma ya 20 años y de adecuarla a las lecciones aprendidas tras situaciones complejas como la pandemia de coronavirus o la escasez de medicamentos pediátricos el pasado invierno en varios países de la UE. Paradójicamente, el desarrollo ultrarápido de vacunas contra el covid ha evidenciado que los largos periodos de desarrollo de medicamentos pueden ser acortados y que, en consecuencia, los plazos de protección de patente de los medicamentos pueden ser acortados.

Fuente